lunes, 25 de junio de 2018

El ingreso a la Ocde y a la Otan es un llamado a la lucha popular

El ingreso a la Ocde y a la Otan es un llamado a la lucha popular


A finales de mayo de este año, el Estado colombiano fue admitido tanto en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) como en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Los medios de comunicación que están al servicio de los ricos lo celebraron, al igual que los pseudo-analistas políticos, las cabezas de los gremios económicos y los representantes del Estado de los ricos. Pero, ¿qué implicaciones tiene para el pueblo el ingreso de Colombia a ambos organismos?

De un lado la OCDE, o el club de los países más ricos del planeta, hizo una serie de “recomendaciones” para que Colombia pudiera entrar, que más que eso, son órdenes de los imperialistas a las clases ricas del país, las cuales ya cumplieron con beneplácito unas y otras están en proceso de implementación, comportándose como lo que son: socios pero también siervos del imperialismo. Por ejemplo, la OCDE le ordenó al gobierno Santos incrementar el IVA al 19% porque el porcentaje de dicho impuesto equivalente en los países miembros, es en promedio del 19,1%. Entonces no es cuento que se viene una arremetida de los ricos en contra de los trabajadores, pues ya empezaron a imponer medidas antipopulares sobre amplias capas de la población.

Para tener una idea de lo que se viene para el pueblo, hay que tener en cuenta otra serie de mandatos de la OCDE. Una reforma tributaria para garantizar que ningún pobre se escape de pagar impuestos. Subir el impuesto de renta a los trabajadores, a la vez que orienta disminuir el impuesto al patrimonio para los empresarios. En educación ordena que las becas y créditos se otorguen a los estudiantes que realicen carreras que suplan las necesidades productivas de las empresas, es decir, la educación al servicio del capital. En materia de pensiones “sugiere” gravar las pensiones con altos impuestos, acabar con Colpensiones para fortalecer los fondos privados de pensión, subir la edad de jubilación e igualarla entre hombres y mujeres. Además, considera que es un problema constitucional el hecho de que la pensión no puede ser inferior al salario mínimo, sobre el cual afirma que es “muy alto” en Colombia y que debe cambiarse por uno “diferenciado”, es decir, por uno más bajo para los jóvenes y para las regiones “menos productivas”. Por eso no es raro que el señor Alberto Carrasquilla, ex ministro de Hacienda y hoy ficha de Duque (Uribe), haya afirmado sin vergüenza que “el salario mínimo es ridículamente alto en Colombia”. El ingreso de Colombia a la Ocde es toda una declaración de guerra contra el pueblo.

De igual modo el ingreso de Colombia a la Otan, es producto tanto de la decisión del paraco Álvaro Uribe durante sus años de presidente, como de la necesidad que tienen los imperialistas de fortalecer a Colombia como el país que les sirve de plataforma geoestratégica para invadir Venezuela que hoy es apoyado abiertamente por el imperialismo ruso. Esto no es nada nuevo, es la continuación de la dependencia de Colombia frente a los gringos, los cuales tienen instaladas 9 bases militares además de varios edificios desde donde hacen inteligencia. El pueblo rebelde le dice no al ingreso de Colombia a la Otan, un organismo terrorista que tiene como objetivo usar a los trabajadores y campesinos colombianos como carne de cañón en una eventual invasión en contra del pueblo venezolano. Pero además es una forma de control por parte de los imperialistas a la creciente inconformidad del pueblo manifiesta en paros regionales, huelgas y asonadas que se presentan en diferentes zonas del país. Los dueños del capital tienen miedo y quieren reprimir todo tipo de rebeldía por medio de su Estado y con la complicidad de los imperialistas.

La Otan y la Ocde son enemigos del pueblo y todas sus medidas deben ser rechazadas por medio de la unidad y organización popular, expresadas en la preparación de una verdadera huelga en los principales sectores de la producción que afecte las ganancias de los ricos, que conquiste mejoras en la situación de los de abajo y que desprestigie al Estado de los ricos que no dudará en estar del lado de los industriales, banqueros y terratenientes para reprimir al pueblo.

lunes, 18 de junio de 2018

LOS DERECHOS DEL PUEBLO ¡JAMÁS SE HAN CONQUISTADO EN LAS URNAS!


Ante los resultados electorales, hay quienes culpan infamemente al pueblo de que el títere del paramilitar Uribe sea el nuevo presidente. Alegan ignorancia, alegan falta de conciencia, alegan olvido y no querer el cambio. Culpan a los pobres del campo y la ciudad por recibir gorras, almuerzos, tejas y tamales a cambio de un voto; y se lamentan porque se perdió la “oportunidad” del supuesto cambio con Petro.
Muy a propósito quienes confían en la democracia de la oligarquía, obvian el fraude evidenciado desde la primera vuelta y en últimas desde siempre, pues son los dueños de los medios de producción y los que son protegidos por ejércitos armados los que definen a los gobernantes. Siguen tercamente culpando al pueblo de las desgracias, cuando son los malditos parásitos de arriba los que someten, explotan, asesinan y persiguen a quienes quieren luchar por un verdadero cambio.
Es un grave error convertir a las víctimas de este sistema en victimarios, pues con ello se le lava la cara a este sistema y a su Estado, porque por un lado creen y hacen creer que el poder de los ricos podrá reformarse en favor del pueblo y, por el otro se enfrentan con sus hermanos dividendo aún más al pueblo y con ello ayudando a los de arriba a quienes nada les importa el destino de los desposeídos.
¡Jamás los derechos del pueblo se han conquistado en las urnas! Los rebeldes no creemos en las promesas de politiqueros, no creemos que desde el Estado de los ricos se vayan a solucionar nuestros problemas, no creemos en los cálculos que hacen los demócratas burgueses que siguen confiando en un Estado corrupto, podrido e inservible. En cambio sí confiamos en la lucha directa y en las calles, la cual muy seguramente arreciará porque las medidas que los ricos nos tienen preparadas son proporcionales al odio que le tienen al pueblo.
Es en la lucha en lo que debe concentrarse el pueblo rebelde así que a unirnos, a luchar diariamente por nuestros derechos y contra este corrompido Estado que jamás nos ha servido.
¡NI EL ESTADO NI LOS POLITIQUEROS SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!

domingo, 17 de junio de 2018

Sobre las elecciones atípicas en Cartagena

El pasado 6 de mayo se realizaron elecciones atípicas en Cartagena para la alcaldía. Los resultados no rompieron la tendencia que se ha marcado en Colombia durante décadas. Nuevamente ganó la abstención electoral. De 749.593 posibles votantes, solo 169.835 (22.65%) lo hicieron, lo que equivale a que la abstención fue del 77,35%. O lo que es lo mismo, que al nuevo alcalde de Cartagena lo “montaron” con 72.111 votos que equivalen a apenas el 9.6% del total del censo electoral en dicha ciudad. Ante esto nos podemos preguntar, ¿por qué la abstención electoral es tan alta en Cartagena? Veamos algunos hechos antes de responder este cuestionamiento.
Es necesario un rápido repaso por el historial de alcaldes que ha tenido Cartagena desde el 2012 cuando fue elegido Campo Elías Terán, el cual dejó en encargo a dos de sus secretarios para hacerse un tratamiento de una enfermedad que lo aquejaba y de la cual finalmente murió. Es así como Felipe Merlano y Óscar Brieva ocuparon dicho encargo. Después de esto, la Contraloría le abrió un proceso a Terán y fue designado temporalmente Bruce Mac Master.
Después designaron al ya también fallecido Carlos Otero quien ocupó dicho cargo hasta mediados de 2013, momento en el cual se realizaron elecciones atípicas y quedó nombrado Dionisio Vélez. En 2015 Manuel Duque ganó las elecciones, pero también fue suspendido por la Procuraduría gracias al desplome de una construcción ilegal en el barrio Blas de Lezo que dejó 21 muertos y hoy se encuentra preso. El nuevo alcalde sería Sergio Londoño en mayo de 2017 designado por Juan Manuel Santos, pues es amigo cercano de su hijo Martín Santos y nieto de Teresita Román de Zurek, que fue dueña de la gaseosa Kola Román. En mayo de este año se realizaron elecciones atípicas de las cuales el beneficiado fue Antonio Quinto Guerra Varela. Destituciones, nombramientos a dedo, muertes…esa es la historia de las alcaldías en Cartagena en los últimos años.
¿Y quién es Antonio Quinto Guerra Varela? El actual alcalde, amigo de un grupo importante de empresarios cartageneros (Roberto Gedeón –sector automotriz- y Ricardo Segovia), fue cuatro veces concejal por el Partido Conservador. Sin embargo es apoyado por diferentes senadores del Partido liberal, de la U, de Cambio Radical y obviamente de su partido, además de 11 concejales que hoy están presos por participar en la elección irregular de Nubia Fontalvo como contralora distrital. Es de la mano de Manuel Duque también exalcalde del que ya dijimos que se vio involucrado en el desplome fatídico sucedido en el barrio Blas de Lezo. También es respaldado por la polémica familia Char de Barranquilla y por la familia Blel (incluyendo al excongresista Vicente Blel condenado por parapolítica). Es decir, la maquinaria politiquera fue aceitada con el lubricante del capital, lo que llevó a que las mafias y los ricos tradicionales de Cartagena nombraran a Quinto Guerra como el nuevo alcalde, con menos del 10% del caudal electoral. La democracia de los ricos es un negocio y esta vez no fue la excepción. En Cartagena se pueden nombrar por ejemplo dos grandes proyectos que moverán multimillonarias ganancias como lo son el Plan Maestro de Drenajes Pluviales que costará 1,5 billones de pesos y las obras de protección costera que está por 160 mil millones de pesos. Es decir, que el grupo económico que se quedó con esta alcaldía, se quedó ¡con un negociazo!
La abstención electoral para esas elecciones atípicas fue una de las más grandes en la historia del país. El pueblo cartagenero se está hartando de las marrullas y movidas de los empresarios y mafiosos para comprar votos. Muy particular fue la respuesta del nuevo alcalde frente al cuestionamiento sobre la alta abstención que hubo, frente a lo cual Quinto Guerra afirmó groseramente que “yo que voy a saber quién votó por mí, yo no tengo la capacidad de ser brujo”.
Ahora falta ver que sucede con el alcalde electo Antonio Quinto Guerra, ya que la Procuraduría General solicitó anular su elección ante el Tribunal Administrativo de Bolívar por celebración de contratos con el Ministerio de Vivienda, considerando que su actuación frente a la comunidad en torno a obras y proyectos de desarrollo marcaban una ventaja considerable frente a los otros candidatos. Otro politiquero más que debe soportar el pueblo cartagenero, otro que viene tras los negocios y el dinero que pueda sacar de contratos para su bolsillo y el de sus benefactores, porque sí, la política para estos individuos se reduce a los negocios que se puedan hacer desde los puestos públicos.
Sin embargo, en Cartagena también hay destellos de consciencia contra la farsa electoral. “Sacar la politiquería del barrio” hizo parte de los objetivos de un grupo de jóvenes, de presidentes de las Juntas de Acción Comunal y de habitantes que en enero de este año se organizaron por barrios para expulsar la propaganda politiquera que habían puesto en parques y plazas cercanas a sus sitios de vivienda, con pintura en mano cubrieron todas las paredes en las que aparecian las campañas de candidatos a al senado y cámara; cansados de sus promesas, de sus mentiras y de sus robos, por ejemplo, en los registros aparecía que en el barrio Los Almendros las obras de mejora del parque ya aparecían empezadas y terminadas, pero en el parque no se había realizado absolutamente nada. Los Almendros, Bayunca (sin alcantarillado pero inundado de propaganda politiquera), Manga, Paraguay, El Reposo, Nuevos Jardines, Alto Bosque, Ronda Real…son algunos de los barrios en los cuales el pueblo se pronunció en contra de la farsa electoral, de la corrupción y de los politiqueros, pues según una habitante del barrio Paraguay “el inconformismo es porque los políticos solo aparecen en esta época y cuando son elegidos no hacen nada”.
Lo de Cartagena es solo una muestra de los que sucede en el resto del país. Basta recordar que en las pasadas elecciones a senado y cámara hubo un 53% de abstención electoral. En general el pueblo no confía en la democracia de los ricos y por eso no sale a votar. Igualmente la campaña para pintar los muros y sacar la politiquería de los barrios es una de las muestras que van apareciendo en diferentes lugares del país. En las elecciones pasadas, fue significativa la protesta realizada en Salahonda (Nariño) en donde el pueblo saboteó las elecciones quemando los tarjetones y convirtiendo la jornada electorera en una de lucha en contra de los incumplimientos por parte del Estado. Por lo tanto es mentira que el pueblo no vote porque no le interesa la política, o porque sea perezoso o ignorante. Se trata de que el pueblo confíe cada vez menos en los politiqueros, en sus podridos Partidos mentirosos y al final, en la democracia que manejan los grandes ricos del país. Sin embargo, esto no es suficiente.
Es necesario convertir estos destellos de rebeldía espontanea en lucha organizada y directa contra todo el poder del Estado de los ricos. Esto implica crear comités antielectorales por ciudad, por barrio y organizar la lucha directa del pueblo que confía cada vez menos en los politiqueros. La lucha directa implica convertir en boicots antielectorales lo que se hizo en Salahonda y generalizarlos por todo el país. Pero sobretodo, preparar y organizar huelgas en las principales ramas de la producción,  ya que al afectar las ganancias de los ricos el Estado se ve más presionado para acceder a las exigencias legítimas del pueblo.

sábado, 16 de junio de 2018

Quien Tiene el Poder Económico y el Poder de las Armas, ¡Tiene todo el Poder!


Tras el aparente gran debate político en torno a las elecciones presidenciales, se cierne una cruda y cruel realidad que los medios de comunicación se afanan en ocultar; la verdad es que esos debates no son más que una pantomima circense que sirve para dar a esta sociedad una falsa imagen democrática, donde pareciera que las ideas y programas de uno y otro candidato son verdaderas plataformas políticas que se habrían de implementar, en la medida que los electores acudan a las urnas y depositen libremente su voto por el programa de gobierno de su preferencia.
Vil mentira con la que una parte del pueblo ha sido engañada en su noble pero ingenua fe. Los programas que los candidatos levantan en campaña no tienen nada que ver con lo que el próximo gobierno ha de realizar; si se mira su contenido se pueden observar giros inesperados en sus promesas y planes, nuevos acuerdos para ganar adeptos, modificaciones de hasta 180 grados que deberían alertar sobre el trasfondo demagógico de las promesas tras esa palabrería huera.
Los planes económicos, políticos y sociales a implementar en el próximo cuatrienio los definen en realidad quienes tienen el poder económico de un país; lo demás es pura y física mentira, a ello se suman los compromisos que el gobierno asume con los países poderosos que tienen bajo su dominio a países como Colombia, acuerdos en los cuales los ricos participan como socios y no como clase sometida, como muchos pretenden hacerlos ver para ilusionar con una clase capitalista proclive a aliarse en contra de los designios de los imperialistas.
Para el caso concreto de la coyuntura actual, el plan de gobierno fue trazado ya por el Consejo Gremial Nacional que agrupa a los sectores económicos de la industria, servicios, agropecuario, financiero y comercio. Pero además tiene como aspectos definitivos también, los compromisos adquiridos con el ingresó a la OCDE y la OTAN.
Desde noviembre de 2017 el Consejo Gremial hizo público ese plan en el documento titulado “Agenda Empresarial 2018-2022” donde está trazado todo el programa que debe implementar el próximo gobierno; ese sí es como “la tabla de los 10 mandamientos”, pues está acordado por todos los entes del poder económico y de acuerdo con los compromisos internacionales adquiridos con el imperialismo. Un botón de muestra solamente: El capítulo 1 titulado “Un consenso sobre lo fundamental” anuncia que “es imperativo lograr aumentos en la productividad y competitividad y mantener elevadas tasas de inversión”; lo cual se traduce en hacer de Colombia un paraíso para los inversionistas tanto nacionales como extranjeros, con abaratamiento de costos, llámese rebaja de salarios, incremento de la producción, llámese incremento en la intensidad del trabajo o sobreexplotación. Y así, todo un programa que los gremios harán cumplir o cumplir.
Sin duda, quien más se les acomoda a esta política es el señor Duque, por quien han hecho público su respaldo, y con quien se la juegan para que sea el ganador en la segunda vuelta, un respaldo que le da una gran posibilidad de ser el triunfador. Pero también cabe la posibilidad remota de que el ganador sea Petro, con lo cual solo los ingenuos pueden creer que otro sería el rumbo del país. ¡No! ese es el vil engaño que hay bajo la mesa de las elecciones “democráticas”, es la vana ilusión de quienes creen que estamos en una auténtica democracia, de quienes sueñan, justa pero ilusamente, con un capitalismo más humano, de quienes se comen el cuento que una sociedad basada en la explotación y el apetito insaciable de ganancia puede estar al servicio de los trabajadores. O quizá, de aquellos que desilusionados con la posibilidad de luchar por una sociedad distinta, se contentan con las migajas que caen de la mesa del festín burgués.
Petro, incluso Duque, sirven de comodines para mostrar el falso rostro democrático de un Estado de ricos del campo y la ciudad y fiel sirviente de los imperialistas. Gane quien gane en las próximas elecciones, el plan fundamental de gobierno para los próximos 4 años ya está trazado por los gremios que tienen las fichas políticas en todos los órganos de poder; y como si esto fuera poco, el poder de las armas. Y no nos digamos mentiras, quien tiene el poder económico y el poder de las armas, tiene todo el poder.
El plan de la Agenda Empresarial es una orden para cumplir, con el rostro humano de Petro o con el rostro uribista de Duque; y ante ello solo existe una fuerza capaz de impedirla, la fuerza de las masas movilizadas y dispuestas a enfrentarse al gobierno. No existen atajos para esa verdad aprendida por la historia a través de decenas de años. Mientras no sean los obreros y campesinos armados quienes gobiernen la sociedad, su única opción será la lucha directa y en las calles, con la movilización, el paro, la huelga. Hay que desechar las ilusiones en el actual Estado y continuar la lucha, el pueblo rebelde no quiere las sobras de la oligarquía, los que no tienen nada, lo merecen Todo.

jueves, 7 de junio de 2018

La verdad sobre la primera vuelta presidencial y lo que le espera al pueblo


Desde el mismo día en que terminaron las elecciones presidenciales el pasado 27 de mayo, le han mentido al pueblo con las cifras de participación. Mienten los medios de comunicación de los ricos, mienten los partidos politiqueros, los candidatos, el Estado que representa los intereses de los opulentos…todos mienten y tratan de inflar artificialmente los resultados. La estadística estatal es otro frente en el cual debe luchar el pueblo rebelde, pues a toda costa los poderosos tratan de maquillar las cifras, inflando lo que les conviene y desinflando lo que no. Como se puede ver en la tabla, el porcentaje total de cada candidato, se debe establecer teniendo en cuenta el total del potencial electoral, que eran las personas que podían votar, y no como lo hacen acomodadamente desde la podrida y corrupta Registraduría Nacional la cual tiene en cuenta el total de sufragantes para que el porcentaje sea mayor. Para entender mejor el chanchullo, vamos a poner un ejemplo hipotético extremo. Si el potencial electoral es de 100 personas y votan en total 5 personas y todas lo hacen por el mismo candidato, la conclusión amañada de la Registraduría Nacional sería la siguiente: “El candidato X ganó con el 100%”, cuando la verdad sería la siguiente: “El candidato X ganó con el 5%”. Es por eso que afirmamos sin temor a equivocarnos que a los candidatos casi que les doblaron artificialmente los porcentajes totales que lograron, para legitimar sin argumentos esta democracia que se nutre del fraude, de la mentira, de la amenaza y la compra-venta de votos. La democracia de los ricos está desprestigiada entre el pueblo y por eso desde siempre ha sido una política de Estado inflar las cifras para darle publicidad a una legitimidad popular inexistente.

Es muy sencillo comprobar el engaño. Cualquier cálculo debe tener en cuenta la suma del porcentaje de participación más el porcentaje de abstención para tener como resultado el 100% del potencial electoral. Entonces basta con sumar el porcentaje falso de cada candidato (el presentado oficialmente por el Estado) con el porcentaje de abstención para que dé como resultado más del 100% y por lo tanto es una operación que no se corresponde con la realidad:

Ahora, si se suma el porcentaje real de cada candidato con el porcentaje de abstención electoral da como total el 100% del potencial electoral:

Si se tiene en cuenta esto, se puede afirmar que Duque (Uribe) “ganó” las elecciones con un pírrico e insignificante 20% seguido por Petro con un poco más del 13% y Fajardo con el 12%, para no hablar de los demás candidatos. Los festejos de la mafia son porque van punteando con un poco más de apenas la quinta parte del total de posibles votantes, y si esto es casi nada, el festejo de Petro es cómico por haber logrado apenas un poco más del 10%.

Sin embargo, no se puede menospreciar la influencia que tienen, entre un sector amplio de la juventud y del movimiento sindical, Petro y los falsos revolucionarios agrupados en los partidos políticos que lo apoyan, lo que ha creado un ambiente propicio para hablar de política, para desprestigiar al Estado de los ricos con denuncias concretas y para difundir la necesidad de construir otro tipo de sociedad que no se base en la superexplotación del hombre por el hombre. Por lo general, la juventud no confía en esta democracia ni en este Estado donde gobiernan los enemigos del pueblo y que por estas épocas ven en los jóvenes simples cifras electorales y no rebeldes que si se organizan y luchan, pueden darle la pelea al capitalismo de forma directa. Por eso Petro no es una alternativa rebelde para el pueblo colombiano. Si Duque representa abiertamente la mafia en el Estado, el terrorismo contra el pueblo, la disminución del salario en general, el desplazamiento de campesinos pobres y de los trabajadores del campo, Petro representa el desarrollo del capitalismo como él mismo lo afirmó en una entrevista, lo que implica que este candidato busca desarrollar al culpable de todos los males de la sociedad, pues es gracias al capitalismo que hoy la división en clases sociales representa superexplotación económica para la mayoría de la población y superganancias para una ínfima minoría que vive como parásito social.

¿Debe interesar al pueblo si nombran a Duque o a Petro como el próximo presidente? Si es para responder a la pregunta de ¿cuál es el menos malo para el pueblo?, no debe importar mucho, pues ambos deben responder a los intereses de los dueños de los monopolios para cumplir su Agenda Empresarial la cual será el verdadero programa de gobierno para los próximos años y como ya dijimos, ambos van a desarrollar el capitalismo en Colombia lo que los convierte en enemigos del pueblo. No importa a quien nombren en la presidencia, pues quede el que quede la única opción para los trabajadores y pobres del país, es unirse y organizarse para confrontar en las calles las medidas que va a aplicar el próximo gobierno.

El pueblo está inconforme con la situación actual en la que vive y por eso hay importantes huelgas y manifestaciones masivas en diferentes partes de Colombia, aún dispersas y sin una dirección en común que logre potenciarlas contra este Estado. Paros regionales, paros “cívicos”, bloqueos de vías, tomas de tierras hacen parte del acontecer diario. Esto es tratado de canalizar por los ricos del país hacia las elecciones y así desvían la rebeldía del pueblo hacia la farsa electoral en la cual lo dividen entre uno u otro candidato, lo hacen perder tiempo y recursos en campañas politiqueras y al final, emboban a una parte del pueblo con el cuento del sufragio universal libre y democrático, algo que es falso porque los que ponen la plata ponen el presidente comprando votos, comprando a los que escrutan, amenazando a una parte de los “electores” o “conquistándolos” con tejas o puestos en diferentes empresas.

Por lo tanto y después de evidenciar el engaño de las cifras y de que no importa a quién nombren como presidente, es claro que la rebelión popular no se expresa en las urnas, se manifiesta en la confrontación directa en las calles, pues al final, cada huelga masiva, cada bloqueo, cada marcha y asonada debe enfocarse contra el poder del Estado de los ricos para que signifique un avance en las luchas y en las conquistas del pueblo.

Mensaje de despedida

Gracias a todos nuestros seguidores por su apoyo. Desde mañana sumamos esfuerzos con los compañeros de Revolución Obrera (@mlm_red) Visiten ...