Llamamos al Pueblo a Rebelarse

“Ante la Ola de Terror, ¡Ni miedo ni Sumisión!”

Para el pueblo no es un secreto que el asesinato de líderes sociales se incrementó tanto durante el gobierno de Santos que supuestamente traería la paz para el pueblo, como de lo que lleva de elegido el gobierno de Duque, léase, Uribe.
Las muertes de estos dirigentes del pueblo van ligadas a su oposición a la megaminería, a la contaminación y privatización del agua, a la resistencia para que los jóvenes no terminen siendo consumidores o expendedores de drogas ilícitas. También hay un buen número de víctimas como producto de su militancia en partidos o movimientos como el Progresista, Marcha Patriótica, FARC y Congreso de los Pueblos, los cuales repudiamos desde nuestro portal digital, ya que a pesar de que confían en la democracia de los oligarcas, no es razón para que les quiten la vida de esta forma tan miserable. Sin embargo los llamamos a aprender de la experiencia de la extinta UP, que por confiar en el Estado de los ricos, la gran mayoría de sus miembros terminaron lastimosamente bajo tierra, gracias a las balas asesinas del Estado.
El terrorismo de Estado va ligado indisolublemente a garantizar por medio de ejércitos paraestatales, del Ejército y la Policía Nacional los intereses de los ricos agrupados en monopolios.
El pueblo ha respondido con valentía, lucha y movilización al terrorismo de Estado. Llamamos a organizar manifestaciones más beligerantes de rechazo ante cada asesinato de los líderes del pueblo y más con el nuevo gobierno uribista, que ya le declaró la guerra al pueblo por medio del nuevo ministro de guerra que ya propuso “reglamentar” o criminalizar la protesta social.
Alertamos a los líderes sociales para que organicen su autoprotección, con independencia de las agencias del Estado que no los protegen y que en cambio los dejan en bandeja de plata a los asesinos.
Proponemos a todos los grupos, organizaciones sociales y medios alternativos actuar con independencia del Estado de los ricos, de la paz que asesina al pueblo y de la politiquería de todo tipo según sean sus formas de organización. De igual modo los sindicatos y asociaciones del pueblo deben crear comités que se comprometan de forma efectiva en la preparación del paro. La denuncia y movilización contra el terrorismo de Estado debe tener como centro la preparación de un gran paro nacional de la producción, que no solo haga retroceder a los asesinos del pueblo, que no solo esté dirigido contra el uribismo y lo que representa, sino que sea contra el terror y la violencia Estatal y todas las reformas económicas que agravan la situación de pobreza y de superexplotación de los trabajadores y sus familias.
Para avanzar en estos preparativos establecemos como forma de comunicación el Messenger de nuestro Facebook por medio del cual podemos intercambiar ideas para el plan de trabajo de una CAMPAÑA bajo la consigna “Ante la Ola de Terror, ¡Ni miedo ni sumisión!”

Llamamos a la unidad para denunciar las amenazas que sufran nuestros líderes y a la actuación masiva de forma coordinada en las calles y en las redes.

El Terrorismo de Estado no Silencia al Magisterio

Saludamos la valentía de los maestros que hoy se manifiestan en las calles en contra del terrorismo de Estado que los está asesinando. A pesar de las amenazas, intimidaciones y muertos, resaltamos que salgan a las calles a decirle al Estado de los ricos que no tienen miedo de seguir luchando, que sus balas no acallarán la lucha por una mejor educación para el pueblo y que esta violencia criminal debe parar.
Este es el mejor ejemplo que pueden recibir por parte del magisterio las nuevas generaciones de estudiantes, que ante la ola de terror estatal, sale a denunciar a las calles que los están matando, que el culpable es el Estado de los ricos y que contra esta situación seguirán levantando su voz de protesta en el aula, en la asamblea, en la vereda y en las calles de cualquier ciudad de Colombia.
¡Adelante profes! Sin miedo a denunciar al Estado de los ricos que los quiere silenciar. La unidad de los maestros con el resto del pueblo en contra del terrorismo estatal se construye en las calles, y ustedes lo están haciendo valientemente. No es fácil y menos cuando las balas de las fuerzas armadas y de las bandas sicariales están zumbando en los oídos. Por eso valoramos esta muestra de solidaridad con las víctimas en medio del terror que quieren imponer las clases dominantes. Es necesario generalizar este tipo de protestas a la vez que se prepara un Paro Nacional de la producción que tenga como parte sus exigencias detener el terrorismo de Estado. Mientras tanto, la protección de los líderes por parte de todos los maestros es legítima y necesaria, pues el Estado no es garantía para salvaguardar la vida de los amenazados. ¡No pasará el miedo mientras existan luchadores como ustedes!

PUEBLO REBELDE RECHAZA EL TERRORISMO DE ESTADO LLAMANDO A PREPARAR EL PARO NACIONAL

El pueblo colombiano sufre en carne propia el terrorismo de Estado, ejecutado por las fuerzas armadas y las bandas paraestatales que protegen los intereses de los ricos. Líderes de restitución de tierras, de los desplazados, de ambientalistas que denuncian los proyectos de la mega-minería, de sindicalistas, de maestros críticos con el Estado entre otros, fueron asesinados por todo el país.
Denunciamos al Estado de los ricos por usar sus ejércitos para acallar la voz de estas personas. También por valerse de grupos asesinos paraestatales que siembran el terror en las regiones o zonas donde los líderes levantan sus voces para denunciar los planes del capital. En la ciudad o en el campo, la política de Estado es la misma: ubicar las personas que movilizan a las comunidades, amenazarlas para infundirles terror, negarles la tal “protección” del Estado y después de que los eliminan, salir a ofrecer insignificantes recompensas y comunicados de pésame a los familiares cuando más, o sino, salen a decir sin pruebas, que las víctimas hacían parte de “grupos al margen de la ley” para justificar su asesinato.
Rechazamos esta asquerosa política que justifica por todos los medios de comunicación de los oligarcas, estos asesinatos. Llamamos al pueblo para que proteja a sus dirigentes, pues este Estado ha dado amplias muestras para desconfiar de él. Es equivocado pedirles protección a los asesinos que se camuflan en las agencias estatales que dicen cuidar la vida de estos líderes. El camino correcto para contrarrestar el terrorismo de Estado es confiar en las propias fuerzas y medios que tienen las organizaciones del pueblo. Establecer en cada caso en concreto los mecanismos reales de protección, minimizando al máximo la injerencia del Estado que los está asesinando. Por ejemplo, desconfiar en los “cambios de escolta”, pues por lo general ponen a trabajar al verdugo del supuesto protegido. Y en general, desconfiar del Ejército, de la Policía, de los "esquemas de seguridad" diseñados para eliminar a todo aquel que se opone a los intereses de los dueños del capital. Defender la vida es un derecho y un deber de todo ciudadano, y más ahora que se requiere de la defensa popular de los dirigentes. Literalmente es una cuestión de vida o muerte.
Llamamos a la base del petrismo, de Marcha Patriótica y del partido FARC entre otros, a que no repitan la historia de la aniquilada Unión Patriótica. Ellos confiaron en el Estado de los ricos y en su democracia, y terminaron exiliados, desaparecidos y muchos de ellos muertos. Ese no es el camino. La invitación es a desconfiar de este Estado que protege los intereses de los capitalistas mientras elimina a los dirigentes del pueblo que le hacen resistencia y que movilizan a las comunidades afectadas. Antes asesinaban en nombre del “Estatuto de Seguridad” y de la “Seguridad Democrática” y hoy lo hacen en nombre de la paz de los monopolios. El camino que proponemos es que ante cualquier hecho de violencia contra los líderes, se desate la movilización inmediata y combativa del pueblo, en miras a la preparación de un Paro Nacional Indefinido que además de exigir mejoras económicas y sociales que favorezcan al pueblo, debe ganar por medio de la huelga en los principales sectores derechos políticos como por ejemplo, garantías reales para ejercer el derecho a la protesta y a la resistencia al capital. Solo así se podrá hacer retroceder la política de exterminio de este Estado asesino.