viernes, 6 de abril de 2018

Germán Vargas Lleras, enemigo del Pueblo Rebelde

Germán Vargas Lleras, enemigo del Pueblo Rebelde


El pueblo rebelde no vota. Eso ya se sabe, lo confirman los resultados de las pasadas elecciones y la tendencia histórica
abstencionista que se ha visto en los últimos 50 años. Sin embargo, elección tras elección, vienen al pueblo los candidatos de los monopolios para comprar votos, para obligar a unos cuantos a votar, para manipular con tejas o empleos a otros y así tratar de legitimar la farsa electoral con un número minoritario de votantes. Germán Vargas Lleras es uno de ellos.
Enemigo abierto y declarado del pueblo y los trabajadores. Amigo y socio de los ricos de este país. En su linaje se cuentan políticos, militares, comerciantes, abogados, periodistas entre otros, además de dos expresidentes Carlos Lleras Restrepo y Alberto Lleras Camargo: es una familia cercana al poder político, económico y militar desde principios del siglo XIX y por lo tanto, defensores acérrimos de la dictadura sobre el pueblo. Domina el “arte” de manejar las castas polítiqueras y económicas en las regiones del país como los Char en la costa atlántica, por ejemplo. Su programa es de abierta defensa de los intereses de los más opulentos, y de confrontación directa en contra de los derechos de los más pobres y de los que sostienen esta sociedad con su trabajo, los obreros y los campesinos empobrecidos por los bancos.
El programa de Vargas Lleras se alinea con la Agenda Empresarial 2018-2022 de cabo a rabo. Es un enemigo de la estabilidad laboral reforzada, la cual es un derecho que se han ganado con lucha los obreros con enfermedades laborales (producto de la superexplotación capitalista). En este frente, Vargas Lleras reduce el problema a acudir en ayuda de los empresarios que son “engañados en su buena fe por malvados obreros” que causan defraudaciones por falsas incapacidades o por falsas pérdidas de capacidad laboral, ante lo cual, lo mejor –para los ricos-  es acabar con estos empleos protegidos y darle paso a la supuesta concertación entre trabajadores y empleadores, que de entrada es pérdida para la clase obrera, pues siempre que ha caído en la trampa de la conciliación y la concertación con sus enemigos, ha perdido libertades y derechos.
De otro lado, Vargas Lleras, el de los coscorrones, les dará facilidades a los ricos para contratar mano de obra barata y plantea que el Estado no debe ser un obstáculo para generar empleos con trámites innecesarios, según él. Es decir, carta abierta a los opulentos para extender e intensificar la superexplotación despiadada sobre la clase obrera, quitando o rebajándole cargas económicas que hoy deben pagarle los empresarios a los obreros, como la ya mencionada estabilidad laboral reforzada entre otras cosas.
Como buen administrador de los negocios de los ricos, si Vargas Lleras llega a ser el próximo presidente del país, se avecinan varios golpes contra el pueblo, uno de ellos es a las consultas previas, mecanismo con el que inicialmente les consultan a las comunidades sobre la conveniencia o no de los proyectos mineros, por ejemplo. Una formalidad innecesaria pues al final siempre se imponen los intereses de los monopolios, pues ante estos no hay consultas que valgan. Lo único que va a hacer Vargas Lleras es terminar con un trámite que al final ni quita ni pone en la ejecución de los negocios de los capitalistas locales e imperialistas.
Otro golpe fuerte para el pueblo, será la reforma pensional que busca implementar Vargas Lleras para favorecer a los dueños de los Fondos Privados de Pensiones. Entre las medidas está aumentar la edad de jubilación en 5 años: quiere pasar de 57 años a 62 años de edad para las mujeres y de 62 años a 67 años de edad para los hombres, siguiendo al detalle las orientaciones de los organismos imperialistas como el FMI y la OCDE. Esta medida antiobrera favorece de lejos los intereses de los ricos que manejan las pensiones en el país y al capital financiero o bancario. No es coincidencia que la ANIF (Asociación Nacional de Instituciones Financieras), la cual recibe el apoyo del Grupo Aval del parásito ricachón Luis Carlos Sarmiento Angulo, está impulsando una reforma pensional que incluye acabar con el régimen público de pensiones administrado por Colpensiones hacia el futuro, pues no podrán haber afiliados nuevos a partir de 2019. La reforma pensional de Vargas Lleras deja claro que favorece los intereses de Sarmiento Angulo propietario del fondo privado de pensiones Porvenir y del Sindicato Antioqueño propietario de Protección.
Todo esto, sumado a la reforma tributaria que planea ejecutar con la cual le va a disminuir la tasa de tributación a los empresarios, deja claro que un posible gobierno de Vargas Lleras va a ser a favor de los intereses de los dueños del capital y en detrimento de las condiciones de vida del pueblo.
Por eso y porque quede el que quede debe defender los intereses de los monopolios desde el Estado de los ricos, la opción del pueblo es convertir la abstención en lucha directa y de masas contra los ricos y su podrido Estado.

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