¡Solo con la lucha podemos detenerlos!

Continúa el terror contra el pueblo y sus dirigentes, más casos se suman a la larga lista de asesinatos y hostigamientos.
"Más de 330 asesinatos cometidos desde 2016" junto a dos más desde la posesion de Duque, primero fue Alejandro Jacanamejoy,  presidente de la Junta de Acción comunal del municipio de Puerto Leguízamo, Putumayo, también perteneciente al programa de sustitución de cultivos ilícitos, Alejandro fue asesinado a tiros el pasado jueves 9 de agosto cerca de la comunidad de Piñuña Negro. Y en menos de 24 horas Emiliano Trochez de 70 años, exgobernador del Resguardo Indígena de Guadualito, Santander de Quilichao de camino al colegio municipal, fue atacado a balazos.

Y si, lamentablemente hay más...
El día domingo 12 de Agosto aproximadamente a las 5:50pm Junior Maldonado Cabrejo, líder de la Juventud Rebelde del Catatumbo e integrante del Frente Fronterizo por la Paz, fue obligado a subir a una camioneta negra en la vía que de Río de Oro conduce a Cúcuta de acuerdo a reporte de Poderpaz y hoy se desconoce su paradero.

Dos asesinatos y un desaparecido en menos de una semana, dan muestra que esta guerra contra el pueblo no se detendrá por sí sola y menos con las suplicas para que se investigue y se encuentre a los responsables. ¿Por qué?
Porque ya sabemos que los responsables son esos que mandan, esos que tienen la plata y el poder de las armas, los que quieren un "país libre" pero para ellos, para poder explotar, subyugar y exterminar al pueblo y a la naturaleza.
Basta de confianza en el Estado y en los poderosos, ¿acaso no son suficientes las muestras para desconfiar de todos ellos? si desde las mismas instituciones amenazan a líderes y los condenan a muerte a través de Twitter, si las mismas fuerzas armadas y la policía han sido cómplices y ejecutores de masacres.
Ya no más miedo y ya no más sumisión, vamos juntos contra la muerte, contra las desapariciones, contra las rebajas de salarios, contra las intenciones de dejarnos sin pensión, por salud y educación, porque la opresión también mata.