Elecciones 2018, ¡El pueblo No Votó!

Elecciones 2018, ¡El pueblo No Votó!

Las elecciones que se acabaron de dar en el país, confirmaron lo que ya se sabía que iba a pasar, ¡ganó la abstención! El pueblo rebelde no salió a votar porque está hastiado de la democracia de los ricos, de la politiquería, de los promeseros, de la mafia electorera que maneja todo con el poder del capital. Si bien aún no es una actitud consciente del pueblo, la abstención, los votos anulados y hasta el voto en blanco, es una actitud política de descontento con esta democracia que beneficia y legisla a favor de los grandes monopolios económicos en detrimento de las condiciones materiales de las amplias mayorías.

Sin embargo no basta con dejar de votar. Es necesario transformar ese inconformismo espontaneo en lucha directa y generalizada de masas. El pueblo necesita expresar su repudio de forma consciente y expresa contra este Estado de los ricos, pues ya no aguanta más atropellos, más rebajas salariales, más reformas laborales y pensionales nocivas, más desplazamiento forzado. El pueblo ya está mamado de sostener a una manada de inservibles y a toda la burocracia parásita del Estado que en campaña electorera chantajea al pueblo en sus elecciones con tamales, cemento, tejas, puestos, balas, amenazas…y al final, trata de legitimar infructuosamente la democracia que favorece a los dueños del capital a costa de la superexplotación económica de los trabajadores y de la opresión de todo el pueblo, manifiesta en el terrorismo de Estado, la brutal opresión a la mujer y a los niños, etc.

La mayoría de la gente no votó y se espera algo semejante en las próximas elecciones presidenciales. El pueblo rebelde debe generalizar el saboteo a las elecciones como sucedió en Salahonda (Nariño), sitio en el cual no votaron, pero además exigieron con lucha directa agua, salud y educación. No basta tomar la actitud correcta de no votar. Ya es hora de avanzar hacia manifestaciones organizadas de lucha contra las instituciones del Estado y del poder de los monopolios en todo el país, como preparación del gran Paro Nacional que se debe desatar contra los ricos y su podrido Estado.